Comentario
Durante el periodo védico, una de las características principales de la vida religiosa fue la realización de sacrificios rituales. En ellos el fuego era el elemento primordial, siendo llevados a cabo por especialistas religiosos que ingerían soma, una bebida embriagadora.
Los rituales eran de suma importancia para la religión védica, pues ellos aseguraban el dominio de la paz y la armonía en el mundo mediante la rita, es decir, la verdad, la justicia o la rectitud, representada por dioses como Varuna. El sacrificio a los dioses era, pues, un modo para asegurar el bienestar de los hombres y recrear el origen del mundo pues, según los himnos védicos compuestos hacia el año 1000 a.C., el mundo habría sido creado mediante un acto de sacrificio cósmico. Precisamente, uno de estos himnos sobre la creación se refiere al origen de las divisiones sociales conocidas como castas.